Bodegas
Los inicios de la Viña se remontan a 1883 cuando Don Melchor Concha y Toro decide plantar las primeras vides viníferas procedentes de la región de Burdeos, Francia, en los terrenos que su mujer, Emiliana Subercaseaux, había heredado de su padre, Ramón Subercaseaux. Don Melchor da un paso adelante y con la ayuda de un viticultor francés, Mr. Labouchere, continúa con la plantación de viñas y construye una Casona en Pirque y adquiere tierras en el valle del Cachapoal, donde más tarde funda Viña Concha y Toro.
Don Melchor era un hombre destacado en el mundo político, social, académico, económico e industrial de Chile. Fue un abogado prominente que se dedicó al servicio público durante toda su vida, desempeñándose como diputado, senador y ministro de Hacienda. Tras su muerte en 1892, su familia continúa con el negocio hasta que en 1921, se convierte en Sociedad Anónima. En 1933, las acciones de la Viña comienzan a transarse en la Bolsa de Santiago y, paralelamente, se realizan las primeras exportaciones con un envío de sus vinos a Holanda.
En 1957 ingresa al directorio y a la propiedad de la empresa Eduardo Guilisasti Tagle quien, junto a Alfonso Larraín Santa María –miembro del directorio en 1969– le imprime a la Viña un sello modernizador y una fuerte orientación exportadora. Con una visión de largo plazo, Concha y Toro inicia un vasto programa de inversiones, incorporando nuevos terrenos y tecnología productiva de punta, con la única ambición de producir vinos de calidad superior.
Desde entonces, uno de los pilares fundamentales en el desarrollo de Viña Concha y Toro ha sido su enfoque en la calidad, orientando las inversiones a la producción de vinos del segmento Premium y superiores. Los diversos reconocimientos recibidos por sus vinos en la crítica especializada internacional, han corroborado este énfasis de la compañía, lo que ha permitido abrir y desarrollar los mercados para el vino chileno y favorecer una creciente visibilidad de la marca Concha y Toro en el mundo. Desde 1996, Trivento, bodega de gran reconocimiento en Mendoza, Argentina, es adquirida por la viña, convirtiéndose en filial de la marca.
Actualmente Viña Concha y Toro está posicionada entre las 10 viñas más importantes del mundo con presencia en 137 países y en los últimos años, ha dado nuevos pasos que le han permitido seguir avanzando en la globalización de su marca. Uno de ellos fue la alianza estratégica establecida en 2010 con el afamado club de fútbol inglés Manchester United, la cual ha potenciado su visibilidad a nivel internacional y principalmente de la marca símbolo de esta unión, Casillero del Diablo, con campañas y activaciones de marca conjuntas.
En 2011, con el enfoque hacia la diversidad de los distintos terroirs alrededor del mundo, Viña Concha y Toro adquiere la bodega californiana Fetzer, pionera en Estados Unidos en la producción de vinos orgánicos.
Como premio a una trayectoria de excelencia y a un largo camino recorrido por Viña Concha y Toro y sus marcas, por tres años consecutivos – 2011 a 2013- la revista inglesa Drinks International, ha reconocido a la bodega como “la marca de vinos más admirada del mundo”, confirmando con ello su solidez y liderazgo año con año.

Don Melchor, el primer vino ícono de la industria chilena y un verdadero referente entre los vinos de alta gama en el mundo, marca un nuevo e importante hito en su historia.
Luego de más de 30 años de trayectoria, Don Melchor se desvincula del portafolio de Concha y Toro pasando a convertirse en Viña Don Melchor, afrontando los nuevos desafíos de la industria, siempre respondiendo a los más altos estándares de calidad y excelencia que lo han llevado a ubicarse entre los más grandes vinos del mundo.
Con la creación de Viña Don Melchor tenemos la visión puesta en producir un solo vino, que es la expresión única del terroir de Puente Alto y rendir homenaje a este fantástico origen, capaz de entregar un vino de personalidad y expresión reconocible e inimitable.
Bodega ubicada en la parte más alta del Valle del Maipo, en la zona central de Chile en Puente Alto, región reconocida por más de 20 años por tener las condiciones ideales para producir uno de los mejores Cabernet Sauvignon de Chile de donde se han seleccionado 85 exclusivas hectáreas para la producción de Almaviva.
Desde el año de 1997, la Baronesa Philippine de Rothschild, Presidente del Directorio Asesor de Baron Philippe de Rothschild S.A., y Don Eduardo Guilisasti Tagle, Presidente de Viña Concha y Toro S.A., cerraron un acuerdo en sociedad con la visión de crear un vino Premium Franco-Chileno excepcional, llamado Almaviva.
Hacia 1998 se lanza al mercado la primera cosecha de Almaviva elaborada bajo la supervisión técnica conjunta de ambos socios, siendo esta primera cosecha un suceso internacional.
El nombre de Almaviva, pertenece a la literatura clásica francesa: El Conde de Almaviva, héroe de Las bodas de Fígaro, la famosa comedia de Beaumarchais (1732-1799), más tarde sería transformada en una ópera por el genio de Mozart.
El logotipo, mientras tanto, hace homenaje a la historia de los ancestros chilenos, con tres reproducciones de estilizado diseño, que simbolizan la visión de la tierra y el cosmos en la civilización Mapuche. El diseño aparece en el “kultrun”, un tambor ritual utilizado por los Mapuches.
La etiqueta exhibe el nombre de ”Almaviva” con el manuscrito original de Beaumarchais y es así como dos grandes tradiciones unen sus manos para ofrecer al mundo entero una promesa de excelencia y placer.
En Chile aún no existe una clasificación oficial de vinos sin embargo, gracias al lanzamiento de Almaviva nace una nueva categoría de vinos denominada Primer Orden, que equivale al concepto de “Grand Cru” Francés o al inglés de “First Growth”.
Los vinos de “Primer Orden” son vinificados y embotellados en una bodega dedicada únicamente para este vino y provienen de viñedos exclusivos para la producción de este gran vino.
Desde 1996 Bodega Trivento elabora vinos con el carácter de los vientos: Polar, Zonda y Sudestada que soplan en la soleada y árida tierra mendocina dejando su impronta en sus viñedos para crear un exclusivo portafolio de vinos con sello propio que preserva el carácter de su terruño.
Gracias a la continua inversión en tecnología, infraestructura y conocimiento, la bodega ha fortalecido su posicionamiento en más de 100 mercados alrededor del mundo, consolidándola entre las principales exportadoras de vino embotellado del país siendo la marca de vino argentino de mayor cobertura global.
Hacia el 2002 en una tarea conjunta, Enrique Tirado y Federico Galdeano, presentaron la primera cosecha de Trivento Golden Reserve Malbec, embajador de los vinos de alta gama de Argentina logrando hacia el 2004, fortalecer la posición de la bodega en la industria vitivinícola argentina al alcanzar el segundo puesto en el ranking de bodegas exportadoras de vino embotellado.
En el 2005, la bodega formalizó su programa Integral de Vinos de Terruño, apostando fuertemente al crecimiento de sus vinos de alta gama. El programa conjugó el cultivo de uvas finas, su adaptación a los terruños y la tecnología empleada en la elaboración del vino. Así, los vinos de terruño preservan el carácter de los suelos mendocinos reflejando la experiencia del enólogo.
Más tarde, en 2007, se colocaron los cimientos de la bodega de vinos de alta gama de Trivento, con un volumen de 750.000 litros. Equipamiento y tecnología de punta se adaptaron a pequeña escala desde la recepción de uvas hasta la fermentación.
En el invierno del 2008 la primera cosecha del vino ícono, Trivento Eolo Malbec 2005, comenzó su travesía hacia exclusivos mercados y en el 2009, International Wine Spirit Competition del Reino Unido, distinguió a la bodega con el trofeo de “Mejor Productor de Vino Argentino”, destacando su contribución a la industria del vino al imponer estándares de excelencia e influenciando en la calidad, variedad, valor y educación del consumidor.
La prestigiosa revista del crítico Robert Parker, The Wine Advocate, destacó en el 2012 con más de 90 puntos cuatro vinos de la bodega donde Trivento Eolo Malbec 2008 obtuvo 95 puntos, un puntaje histórico desde el lanzamiento del vino ícono.
En el 2013, Trivento Reserve Malbec se consolidó como “Best Buy” y Amado Sur Malbec como “Smart Buy” en el mercado norteamericano tras los excelentes puntajes obtenidos en las prestigiosas revistas Wine Enthusiast y Wine Spectator respectivamente, confirmando la gran calidad de sus vinos de clase mundial.
Desde su fundación en el año de 1968 en Mendocino County, los viñedos de Fetzer han sido pioneros en la elaboración de vinos en California así como en el uso de prácticas amigables con sus viñedos.
Fetzer es una bodega comprometida con el uso de los procesos más refinados en prácticas enológicas para permanecer en armonía con el ambiente para producir vinos de gran calidad.
En 1978, las raíces de la familia se basaron en una gran visión al ser la primera bodega en California en cultivar la cepa Chardonnay, hoy día distintiva, así como Gewurztraminer y Riesling.
Desde 1984, Fetzer desarrolló en sus viñedos prácticas de cultivo sustentables ideales para la producción de vinos de categoría Premium basándose en el concepto de sustentabilidad, el cual hoy día sigue siendo la base de todos los procesos para la elaboración de sus vinos.
Hacia el 2006, la reconocida revista Wine & Spirits nombró a Fetzer dentro de las bodegas “Top Value” de todo Estados Unidos. Más tarde, en el 2011, Concha y Toro adquiere Fetzer como parte de su expansión a nivel mundial con el objetivo de adaptar a sus viñedos las técnicas de sustentabilidad aplicadas en Mendocino para la mejora de sus procesos en viñedo y bodega en Chile.
Este proyecto nace en el corazón del Valle de Guadalupe, aquí elegimos las vides que crecerán y se adaptarán mejor a esta tierra.
Nuestros viñedos se dividen en Tablas, así llamamos los vitivinicultores a las diferentes secciones que componen nuestros viñedos. Hemos asignado un número a cada tabla, cada número representa un varietal.
Este vino se hace de uvas de las tablas uno, cuatro y cinco. Nos inspira la tierra y nuestro privilegiado entorno, por ello favorecemos nuestra selección natural, para obtener lo mejor de esta zona geográfica, y por eso, sentimos un profundo respeto y cuidado por el medio ambiente, el trabajo agrícola y la comunidad que nos acoge.